Con la llegada del frío, también llegan dos de los problemas más comunes para la salud: el resfriado y la gripe. Aunque a menudo se confunden debido a la similitud de algunos síntomas, son afecciones distintas con causas, manifestaciones y tratamientos diferentes. En este post voy a explicarte sus diferencias desde un punto de vista sanitario y cómo la nutrición terapéutica puede jugar un papel importante en la prevención y el manejo de ambas.
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¿Qué es el resfriado?
El resfriado común es una infección leve de las vías respiratorias altas (nariz y garganta) causada por diversos virus, siendo el rinovirus el más frecuente. Es una afección autolimitada, lo que significa que suele resolverse por sí sola en pocos días.
Síntomas comunes del resfriado:
- Congestión nasal.
- Estornudos.
- Dolor de garganta leve.
- Tos seca o productiva.
- Malestar general.
- Fiebre baja (no siempre presente).
El resfriado es frecuente en niños y adultos y, aunque puede ser molesto, raramente conduce a complicaciones graves.
¿Qué es la gripe?
La gripe, o influenza, es una enfermedad respiratoria aguda causada por el virus de la influenza. A diferencia del resfriado, la gripe puede ser más severa y tener complicaciones, especialmente en personas mayores, niños pequeños y personas con enfermedades crónicas.
Síntomas comunes de la gripe:
- Fiebre alta y de aparición rápida.
- Escalofríos.
- Dolores musculares y articulares.
- Fatiga extrema.
- Tos seca persistente.
- Dolor de cabeza.
- Congestión nasal (menos frecuente que en el resfriado).
- Dolor de garganta.
La gripe puede durar entre una y dos semanas y, en algunos casos, evolucionar hacia neumonía u otras complicaciones graves.
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Principales diferencias entre gripe y resfriado
Característica | Resfriado Común | Gripe (Influenza) |
Causa | Rinovirus, coronavirus y otros | Virus de la influenza |
Síntomas principales | Congestión nasal, dolor de garganta, tos leve | Fiebre alta, dolor muscular, fatiga extrema |
Inicio | Gradual | Rápido |
Duración | 3-7 días | 1-2 semanas |
Gravedad | Leve | Moderada a severa |
Complicaciones | Raras | Frecuentes (neumonía, bronquitis) |
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Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de ambas afecciones se basa en los síntomas clínicos, aunque en casos de gripe puede ser necesario realizar pruebas específicas, como un test de detección rápida del virus de la influenza.
Tratamiento del resfriado:
No existe una cura específica para el resfriado, pero se pueden aliviar los síntomas con:
- Hidratación abundante.
- Analgésicos y antipiréticos para el malestar.
- Uso de descongestionantes nasales por cortos períodos.
- Reposo.
Tratamiento de la gripe:
En la gripe, además de las medidas anteriores, pueden ser necesarios antivirales, especialmente en casos graves o en personas de alto riesgo. Los antivirales pueden reducir la duración y gravedad si se administran dentro de las primeras 48 horas de los síntomas.
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NUTRICIÓN TERAPÉUTICA PARA APOYAR EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
Tanto el resfriado como la gripe pueden beneficiarse de una buena nutrición para fortalecer el sistema inmunológico. Aquí te doy algunos consejos:
1. Incrementar el consumo de alimentos ricos en vitamina C:
La vitamina C es conocida por su papel en la prevención y tratamiento de infecciones respiratorias. Fuentes principales:
- Frutas cítricas como naranja, kiwi y mandarina.
- Pimientos rojos.
- Brócoli y espinacas.
2. Incorporar alimentos ricos en zinc:
El zinc contribuye a la función normal del sistema inmunológico. Puedes encontrarlo en:
- Semillas de calabaza.
- Legumbres como garbanzos y lentejas.
- Carnes magras.
3. Aprovechar los probóticos naturales:
Los alimentos fermentados favorecen una microbiota intestinal saludable, clave para una buena respuesta inmune:
- Yogur natural.
- Kéfir.
- Chucrut.
4. Mantener una hidratación adecuada:
Las infecciones respiratorias suelen causar deshidratación, por lo que es fundamental beber suficiente agua, infusiones y caldos nutritivos.
5. Evitar alimentos ultraprocesados: Reducir el consumo de azúcares refinados y grasas trans es esencial, ya que estos pueden debilitar la respuesta inmune.
6. Alimentos con propiedades antiinflamatorias: Incluir especias como cúrcuma y jengibre puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar los síntomas.
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Prevención: Vacunación y medidas higiénicas
Para prevenir la gripe, la vacunación anual sigue siendo la herramienta más eficaz, especialmente para poblaciones vulnerables. Por otro lado, la higiene juega un papel crucial para evitar tanto el resfriado como la gripe:
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
- Evitar el contacto cercano con personas infectadas.
- Cubrirse la boca y nariz al estornudar o toser.
Comprender las diferencias entre el resfriado y la gripe permite un manejo más efectivo de ambas condiciones. Además, incorporar una dieta rica en nutrientes esenciales puede fortalecer tu sistema inmunológico y ayudarte a superar las infecciones más rápidamente.
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Este invierno, cuida tu salud desde todos los ángulos: información, prevención y una buena ALIMENTACIÓN.
Recuerda, cada pequeña acción cuenta para mantenerte fuerte y saludable.
¡Haz de tu NUTRICIÓN un aliado para este invierno!